¡Ya hemos vendido mil botes de caldo!

Más de mil botes en apenas tres meses abiertos.

Joe. Ahí es nada.

Es una cifra bonita para esta humilde iniciativa.

La semana pasada me puse a mirar al número de cajas que hemos vendido, la multipliqué por seis (porque en cada caja vienen seis cajas de caldo) y, ¡aiba! ¡Ya hemos superado los mil botes vendidos!

Mil botes vendidos. Cuando solo han pasado tres meses.

Gracias al apoyo de amigos viejos y nuevos. Gracias al boca-oído. Saliendo únicamente en medios de comunicación en euskera.

Y sin hacer publicidad. Ojo, ¿hacer publicidad es malo? ¿Hacer campañas con influencers es malo? No. Si lo hubiésemos hecho habríamos vendido más. Puede. Habríamos llegado antes a la cifra de mil botes vendidos, tal vez. Pero en este inicio, cuando apenas llevamos tres meses, no había prisa. Y, qué quieres que te diga, prefiero que el beneficio obtenido sea un poco mayor y compartirlo con la ONG que elijan los clientes haciendo una donación con fundamento (si no te has enterado: el beneficio de enero y febrero ya lo donamos, en breve los clientes propondrán y elegirán a la ONG que apoyaremos con lo ganado en marzo y abril).

No hay prisa.

No soy una persona de hacer esprints cortos. Soy más de pensar en el largo plazo. En mi vida, el trabajo o en el deporte.

Eso sí, vender más de mil botes de caldo en tres meses es llevar un ritmo alegre, ¿no te parece?

Sigamos caminando. Sigamos mejorando el mundo un poquito.

Si quieres ser parte de esta preciosa iniciativa, aquí puedes comprar nuestro caldo de huesos.

Saalda potoak

Otros artículos del blog:

Los seis primeros meses de SAALDA

Han pasado seis meses desde que empezamos a vender en SAALDA. Aunque constituímos la empresa un par de meses antes, fue el 15 de enero de 2024 cuando empezamos a vender.

Una empresa que no vende… tiene poco futuro, y las primeras ventas las tengo bien grabadas en mi mente. Mi más sincero agradecimiento a todos los clientes que nos habéis apoyado.

Empezar de cero tiene su complicación, pero no deja de ser un reto interesante. Tenía ante mí un lienzo en blanco. La oportunidad de crear e ir moldeando una empresa, una marca, un relato.

En ello estamos. Y ya han pasado seis meses.

Cuando hicimos la primera producción de nuestro caldo de huesos en diciembre me netró un escalofrío (sobretodo cuando pagué la factura). “Uf, a ver si no he metido la pata hasta el fondo y no vendo nada”. Miedo escénico. Tener la idea es fácil, desarrollarla de manera satisfactoria es otra.

Pero, mira, a los seis meses de empezar a vender casi hemos vendido toda la primera tirada de SAALDA y hemos hecho una segunda producción para no quedarnos sin nada que vender.

Es más, segunda producción, ¡y nuevos productos!

Colágeno hidrolizado: SAALDA y la gelatina

Una clienta me escribió un mensaje preguntando a ver por qué nuestro caldo de huesos era tan líquido. Que su hermana cocinaba en casa caldo de huesos y le quedaba muchísimo más gelatinoso…