Me confieso. Me ha costado decidir por dónde debía tirar con el primer post de este blog.
El primer paso.
Las primeras notas de la marcha.
El segundo paso, el tercero, los siguientes. Tengo una noción bastante clara de por dónde irá el tema.
Pero, ¿el primero?
He estado atascado con ello. Tanto, que ni siquiera era capaz de empezar a escribir en este blog recién estrenado.
Y, mira que el proyecto SAALDA tiene qué contar: el propio caldo de huesos que vendemos y cómo lo cocinamos, los valores y filosofía de la empresa, que llevamos ya casi dos meses de marcha, …
Me he atascado con el primera paso, eliminando toda capacidad de seguir dando pasos, aunque tenga bastante más claro de qué escribir a continuación.
Siempre le damos una importancia bestial a los inicios. El primera capítulo de un libro. El primer minuto de un vídeo. Todo el mundo busca atraer al público, para que siga viendo/leyendo lo que viene a continuación.
Éste es un anti-inicio. No hay frases de copetín. Es un inicio humilde de este blog, nada más. Un ejercicio de quitarme las cadenas con las que me he atado a mí mismo.
Porque lo importante es lo que vendrá después.